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Tarde aciaga, larga y gris para la desesperanza
un caminar sin rumbo de largos minutos desprogramados
sólo dolor y desencuentro…
Repentinamente estoy frente aquel local
Repentinamente estoy frente aquel local
acogedor y tibio de atención siempre cordial
el lugar justo para amparar esta impasible susceptibilidad.
Una sonrisa y un abrazo fué suficiente.
El saber de buena tinta hace prescindir de preguntas
nada hay que decir, sólo estar, luego aflora lo medular…
Y salió algo por ahí… no preguntes si me hizo feliz.
Descubrí que…
Y salió algo por ahí… no preguntes si me hizo feliz.
Descubrí que…
el sueño y las palabras no siempre dicen la verdad.
Y que el hoy
Y que el hoy
se puede o no sumar al ayer
pero no se cambia por un mañana…